viernes, 18 de mayo de 2012

EL PLAN DE MAGNETTO

Las guerras han sido, son y seguirán siendo un banco de ensayo tecnológico y también de prueba para la resistencia física y psíquica de los contendientes.

Ejércitos con recursos económicos y armas sofisticadas han sufrido derrotas frente a enemigos más pobres pero con mayor inteligencia y fortaleza ideológica.

Las empresas Boldt y Clarín son socias y responden al mismo patrón ideológico. El Ceo de Clarín es uno de los hombres con mayor poder de fuego en el capítulo argentino de la batalla cultural.

Héctor Magnetto siempre fue por todo.

Desde sus comienzos en la carrera por el poder, este contador supo debilitar con informaciones falsas a quienes lo empoderaron desde el desarrollismo y luego en el diario Clarín.

Magnetto está complicado. Para sostenerse depende demasiado de las alianzas políticas y económicas que lo apoyan. Sufre la posible y pronta aplicación del artículo 161 de la Ley de Medios (por él mismo bautizado con el peyorativo “desinversión”) porque sabe que ese artículo es la llave maestra para la desmonopolización. Buen gestor entre las sombras, no pudo ganarle al movimiento nacional y popular y Cristina lo derrotó con el 54 por ciento.

Si bien sigue siendo el eje del dispositivo tecno-económico-mediático; el Grupo Clarín, esta semana, perdió una posibilidad que venía acariciando y auspiciando desde varias portadas: el pedido de licencia o la renuncia del vicepresidente Amado Boudou.

La política, de la mano de Cristina, le ganó la semana, con una jugada audaz pero efectiva desactivó la cohorte de repetidores mediáticos y, cambiando el ángulo, la información se puso en línea con algunas de las cuestiones estratégicas. Desde YPF a la yerba mate, pasando por la cuota Hilton y la interna sindical ganaron el escenario con un golpe de efecto importante y magistral de Cristina.

Así como en octubre de 2005 los Medios, dirigidos ideológicamente por Magnetto, hablaron del fracaso de la cumbre de Mar del Plata (la que enterró literalmente el ALCA) hoy no dan abasto para jugar con España en contra de los intereses estratégicos de Argentina. Desde antes de la privatización estaba claro que la misma pondría al borde del desabastecimiento energético a la Nación.

Magnetto necesita otro mundo por eso juega con la posibilidad del enojo de EEUU para atemorizar a los argentinos. También agranda las posibilidades de sanción que la Unión Europea podría utilizar y entonces la va contra Guillermo Moreno. Poco le importa a Clarín la defensa de la producción y el trabajo nacional. El asunto es minar la estima y la confianza de quienes apoyan al modelo económico, social y cultural que encabeza Cristina.

Magnetto necesita tiempo. Tiene que ganar las elecciones del 2013 para volver a poner el candidato a presidente como lo hacía hasta que llegó Néstor Kirchner.

Esa es la madre de todas las batallas para el CEO. No desmonopolizarse y tener el control del poder mediático. Por facilismo, impericia o pereza intelectual, cuando no por un sueldo (como sucede hoy con Jorge Lanata) todavía hay fuerzas sociales, políticas, sindicales, culturales y económicas que entre los intereses de la Nación y los del Grupo, prefieren rendirse al Grupo.

Detrás del Grupo están: la dependencia tecnológica y económica, la desinformación y por lo tanto mayor pobreza, inseguridad y desocupación. La línea es defender a Repsol para que pueda seguir saqueando el subsuelo energético, a EEUU para imponer sus condiciones económicas y políticas, a la Unión Europea y los fondos buitres para que esquilmen los bolsillos de los argentinos y a los Grupos Económicos para que sigan haciendo negocios como sucede con su socio Boldt. Esa es la bajada de línea que hace el Grupo desde sus diarios, radios y canales de televisión. Como se ve al contador Magnetto poco le importan el derecho a la información y la libertad de expresión.

Esta semana la Coalición vuelve al ruedo, para que se aplique la Ley, no haya monopolios y que entre todos discutamos como se hace sostenible un modelo de comunicación que nació comercial y de a poco se fue convirtiendo en monopólico y centralizado. O sea la madre de todas las batallas, la cultural-ideológica y en esa, cada uno debe elegir el lugar que quiere ocupar.


Néstor Piccone

15/04/2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario