martes, 16 de octubre de 2012

A LO MESSI COMO PERÓN, LULA Y CRISTINA

Desde el año 2004 Leonel Messi es electo para integrar la selección argentina. Desde esa fecha y aunque no compartieran ideológicamente su forma de hacer el fútbol, José Pekerman, Alfio Basile, Diego Maradona, Sergio Batista y Alejandro Sabella  siempre lo convocaron para integrar el equipo argentino.

Nadie discutiría esta reelección indefinida y a partir de su reciente exhibición futbolística ante Uruguay en Mendoza, difícil encontrar un compatriota que no comparta la necesidad de que él integre y lidere el plantel.

Desde que murió Juan Domingo Perón, allá por el año1974, ninguna persona logró liderar el Movimiento Nacional y Popular que en la Argentina se conoce como peronismo. Saúl Ubaldini ocupó un lugar indiscutido en el sindicalismo de resistencia durante muchos años y mantuvo la llama peronista durante el alfonsinismo; luego vino Menem y con el transformismo de época intentó hacer lo mismo con el Movimiento forzando su inclusión  en el Proyecto Neoliberal.

La Comunicación, subordinada a los Grupos Económicos Transnacionales, creció en los 90 de tal manera que trastocó las formas del hacer político. Dejó el espacio público en manos de los programadores de los sets televisivos y para ordenar la agenda política, económica, social y cultural estuvo atento a lo que plantearan la tapa de los diarios. La convergencia tecnológica avanzó por sobre las leyes nacionales e internacionales poniendo el conocimiento  sólo al alcance de las élites. La brecha de acceso a la información entre pobres y ricos fue ampliándose en la medida que la acumulación y concentración económica quedó en menos manos.

Con esa matriz el poder real diseñó el modelo y sus formas de reproducción ideológica. Fue la época del discurso único. Pero fue Latinoamérica donde el diseño se puso en crisis y no por causas intrínsecas (como sucede en Europa) sino por la acción de los gobiernos kirchneristas de Argentina, del Frente Amplio Uruguayo, de los pueblos originarios de Bolivia, del lulismo brasileño, del socialismo a la venezolana, de Ecuador. Proyectos nacionales y populares convergentes. Gobiernos que cuestionan la gobernabilidad impuesta por el Consenso de Washington y emprenden su propia vía con independencia económica, autonomía política y  justicia social: unidos, no dominados.
 
El poder económico, concentrado, cuando no puede con sus enemigos, intenta condicionarlos y ponerles fecha de vencimiento. Aunque, nobleza obliga,  tampoco les permite la re-reelección a sus mejores alumnos como le sucedió a Menem en Argentina o Alvaro Uribe en Colombia. El poder es de los Grupos, no de la política.

En ese sentido es que los grupos mediáticos juegan y suplen a las fuerzas políticas opositoras. Por eso el monopolio Clarín, luego del 13/9 intentó clausurar el debate abierto por la reelección indefinida. Autoritariamente intentó definir que los caceroleantes, golpe a golpe, cerraron una discusión que, muy a su pesar, seguirá abierta.

Partícipe de la reelección indefinida, aún en los tiempos de Menem, confirmo que esa es una discusión que el campo popular se debe. Quien esto suscribe recuerda haber coincidido en la mesa de la CTA nacional  (la de la resistencia al neoliberalismo) con Víctor De Gennaro y otros dirigentes en sostener que a Menem había que ganarle y no limitarlo con cláusulas impuestas desde el poder real y sus Medios; “ya vamos a querer la reelección de un gobierno del Proyecto Nacional para que pueda producir los cambios que tanto tiempo nos lleva.”

Rodolfo Walsh decía que las dictaduras venían justamente a cortar los desarrollos del Proyecto Nacional. Esa tesis sigue teniendo valor, aunque no haya golpes militares, pero sí destituciones golpistas.

Hay fechas que ordenan la agenda. El 7 de diciembre es una de ellas. Todas las acciones que se emprendan estarán destinadas a definir (de un lado y del otro) si el Proyecto Nacional tiene continuidad o no.

Del mismo modo en 2015 habrá otra pulseada. Mientras el Movimiento siga profundizando, el Proyecto Nacional y Popular tendrá continuidad; con el liderazgo de Cristina, como sucede con el modelo brasileño donde Lula dirige y acumula poder popular sin ser candidato a nada.

El Proyecto tiene más caminos que el intento restaurador neoliberal, tiene más cuadros e iniciativa política.
Y esto es lo que hay que incluir en nuestros Foros por la Aplicación de la Ley de medios; se trata de ver quien dirige la batuta…
 
 
Néstor Piccone

15/10/2012

lunes, 8 de octubre de 2012

GANAN LAS MARCHAS A FAVOR


Caminar. La gente se lanza a las calles por distintos motivos. Este fin de semana largo, mucha gente salió a ocupar el espacio público. Muchísimas/os argentinas/os que no fueron tenidos en cuenta por los grandes medios pero que pusieron el cuerpo para mostrar sus convicciones, sus creencias.

            Hebe de Bonafini reconoció alguna vez que recién luego de la Marcha Federal del año 1994 pudo cantar el himno nacional con alegría, ya que pensaba que esa era una música símbolo de los milicos.

            La peregrinación a Luján, que tuve oportunidad de conocer a fondo este fin de semana, me demostró que es una caminata de carácter universal, que no es sólo para los militantes de la iglesia ni para los fieles más activos. Es un acto de fe pero un desafío que miles de hombres y mujeres realizan en busca de encontrarse con su devoción pero también consigo mismo, con lo que el ser humano es capaz de hacer por lograr un objetivo o por lo menos intentarlo. Horas de caminata, junto a otros a los que se alienta para que lleguen porque también hay miles de voluntarios (médicos, paramédicos, colaboradores) que se acercan para que otros alcancen su meta. Esa meta subjetiva que silenciosamente se lleva adentro por más de 50 kilómetros de andar a pie.

            La Virgen y la peregrinación a Luján son dos símbolos de unidad nacional. En la marcha caminan por la misma calle -sin confrontar- militantes kirchneristas esos que llevan en sus gorritos el Clarín Miente, con caceroleros sin cacerolas; hinchas de Boca y River, de San Lorenzo, de Huracán. “Todos unidos porque hay algo superior que los une: la fe y la Virgen que es la patrona de la Nación.” Según definió una joven pediatra mientras coordinaba  la atención de cientos de caminantes que demandaban por calambres o ampollas. Jóvenes a Luján: una marcha que nació por el año 1975.

Hay marchas de unidad nacional que no se registran porque contradicen la lógica de la confrontación que la expectacularización de la notica invisibiliza. Hay marchas con jóvenes que apuestan al futuro, que creen, que caminan a favor aunque sean oficialistas u opositores, que transitan en paz, calles que no son tan salvajes.

En Misiones, mujeres argentinas de distintos signos, llenaron las calles de Posadas asumiendo sus contradicciones ideológicas y políticas pero unidas a favor de las reivindicaciones de género. Comenzaron en el año 1985 con esta gesta que crece año a año. Marchas de distinto signo pero todas ganando la calle en un mismo fin de semana.

Un fin de semana largo que amenazaba “haevy” por la insubordinación de un grupúsculo de fuerzas de seguridad alentadas por los medios a sumar  ruido al blandir de las cacerolas.   

En el año 1987, desde la Utpba, los periodistas organizados sindicalmente, emitimos un comunicado por el cual se pedía “no darle micrófono ni pantalla a los golpistas.” Fue en aquella Semana Santa en la que los carapintada quisieron llevarse puesta a la democracia que encabezaba Raúl Alfonsín. El pedido gremial, si bien trajo polémica, sirvió para marcar un límite. Una cosa es demandar reivindicaciones a la democracia y otra muy distinta es protestar a viva voz contra ella, sus instituciones o la figura presidencial. Hay límites para quienes pretenden romper el contrato social, aunque los Medios hoy lo desconozcan.

Los Medios no harán ningún golpe, ni secuestrarán a ningún testigo. Tampoco se pondrán a la cabeza de una marcha y mucho menos expondrán su poder en alguna contienda electoral, pero son ellos los que, orientados a defender el poder de quienes lo detentan, ordenarán el dispositivo tecno-económico-mediático, que es algo más que un diario o un grupo multimedio monopólico.

CHAVEZ  y el Proyecto Latinoamericano. Hugo Chavez ganó nuevamente en Venezuela. La oposición venezolana le está buscando la vuelta pero no logra desbancar al proyecto político, popular y latinoamericano. Por eso en la Argentina nadie debería entusiasmarse demasiado por el son de las cacerolas ni creer que los operativos de prensa pueden más que la convicción de los pueblos.
 
 
Néstor Piccone