Después de la 125, la dirigencia de Libres del Sur,
ganada por una interpretación de la realidad que prioriza la verdad construída
mediáticamente entendía que en las
elecciones 2011 se impondría el binomio Binner-Cobos o viceversa. El 54 por
ciento de Cristina desmintió semejante despropósito.
Con la misma metodología algunos creen ¡ya! en la
inevitabilidad de los triunfos de Daniel Scioli y/o Sergio Massa.
Apelando a la formación con las que supe construir mi
esquema de análisis de la realidad, utilizando la freudiana disociación
operativa y la honestidad intelectual del periodismo comprometido con las
causas populares me animo con una lectura pre-electoral y desde este lugar
concluyo que si las elecciones fueran hoy: Daniel Scioli ganaría en primera vuelta.
Las fuerzas mediáticas definen con mayor potencia que gran
parte de la política argenta. El grupo
Clarín, buque insignia, por orden de Magnetto proponen que Scioli sea el
candidato a presidente y Massa a
gobernador de la provincia de Buenos Aires. Y disfrazando de centro izquierda
al FAUnen lo sostienen como segunda fuerza. De esa manera tienen un ballotage
al que -sólo por hoy- le falta Macri. La intención es borrar de la faz de la
tierra al kirchnerismo-CFK. No les va mal, ya impidieron su re-relección y ahora buscan la proscripción total. Eduardo
Duhalde (alias Elsa Becca) opera en esa línea.
El poder real, que apuesta a la continuidad de su
proyecto de concentración económica, también apoya la fórmula Scioli presidente
- Massa gobernador. En fila india se apuran tras la iniciativa: la patria
sojera, las grandes empresas producto-exportadoras de la agricultura, las
petroleras y hasta la embajada.
Scioli también recoge los apoyos de parte de la CGT
Moyano, de la CGT Caló y hasta de alguna fracción ceteatista. Barrionuevo se
acomoda desde el massismo junto a Alberto Fernández. Los gobernadores que se
apoyan en el gobierno de Cristina, si esta definiera a Scioli, no ocultarían su
agrado.De La Sota y Convergencia Empresaria fogonean el Fin de Ciclo para
lograr adhesiones a esta propuesta. Se desmarcan Uribarri y Capitanich.
La Nación y Perfil se mueven con discreción a favor de la
síntesis magnetista sin descuidar la posibilidad de una confrontación. Así
entierran a Macri, inflan a Massa y suben el precio del FAUnen.
Marcelo Tinelli, ungido como gran elector, se mueve como
pez en el agua, empleado de Cristóbal López y dador del más alto rating al
grupo Clarín, no oculta su amor por ambos. Mientras comienza a bajarle el
precio al kirchnerismo bajo la excusa que no le dieron (por suerte para todos)
el Fútbol que es de Todos.
El grupo Vila-Manzano, ante semejante alianza viene
bajando el perfil de apoyo a Massa y
navega graciosamente por las procelosas aguas.
El Grupo Szpolsky conservando, por el momento, su
adhesión al kirchnerismo-CFK, no descuida jugar al juego que más le conviene,
surfear en la tabla K sobre las olas sciolistas. Cristóbal López y sus medios
no ejercen kirchnerismo explícito y aprovecha su espacio para excluir por
izquierda los referentes que no le gustan.
Aunque la batalla se define en varios frentes, los Medios
utilizan a sus mejores empleados para alentar polémicas y esmerilar a Cristina
y su kirchenrismo: Lanata, Longobardi, Bonelli, Van der Koy más Leuco,
Magdalena, Nelson Castro, Eliaschev y Grondona juegan en esa cancha. Tenenbaum
entra en segunda línea con Maxi Montenegro y canal 26.
De este lado los medios públicos se autolimitan por no contar
con una propuesta propia. Víctor Hugo Morales hace lo que puede y D´Elía expone
su cuerpo al mango para gritar la verdad. Orlando Barone desde 6,7,8 (confundiendo
Ley con aplicación) aterrado por esta realidad dice (erróneamente) que “la Ley
de Medios fue una zanahoria que no sirvió para nada.”
Scioli responde a estos múltiples apoyos con señales incontrastables:
desgasta a la dirigencia docente; apurado por los linchamientos mediáticos responde
con Plan de Emergencia en Seguridad
inspirado en las inseguridad que impulsan Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva
York y Mariano Beltrame ministro de justicia de Río de Janeiro. Más policía
dura, más sangre de motochorros sobre las calles, menos seguridad social. Igual
que Massa.
Scioli Danza con lobos.
Las fortalezas de Daniel son también su debilidad.
Semejantes apoyos, de difícil síntesis en la praxis, muestran un candidato “ligero
pa´ los mandados” cuando vienen por derecha. Scioli, con disimulo, trabaja para
heredar la construcción K. Si las elecciones fueran hoy su candidatura
alcanzaría los 40 puntos, superando al segundo -Massa o cualquier Faunen- por
más de 15 puntos.
En estos tiempos en los que el kirchnerismo-CFK no expone
candidato.
Mientras tanto Cristina gobierna. Se constituye en el
único sector que apuesta a la gestión. Axel Kicilof, por primera vez en muchos
años pone en la cancha un equipo que atiende todos los frentes de la economía:
el mercado interno, la industria, la agricultura y la ganadería, el
desendeudamiento y la crisis internacional. Axel comienza a sumar crédito político con su plan
anticrisis. Resistió la corrida cambiaria a un costo menor del que pretendía el
poder real. Fábrega recupera dólares en el Banco Central. Superó con Precios
Cuidados el apriete de los formadores y pasó las paritarias en alianza con
Carlos Tomada y la sensatez de los sindicalistas que no comen vidrio. Argentina
respira.
Cristina habla con Obama y Putin la respeta. Ni Irán ni
Israel enfrentan al gobierno argentino. China conversa con Argentina en el
máximo nivel. Desde La Habana a Bogotá, de Santiago a Caracas le reconocen
liderazgo. Francisco la recibe y le dedica más tiempo que a ningún otro
mandatario.
Entre Daniel Scioli, entronizado por el poder real y el
Proyecto nacional, popular y latinoamericanista no hay una grieta, sino un
abismo.
Pero falta más de un año, casi el mismo tiempo con el que
contaban los Libres del Sur cuando creían
que en 2011 ganaba la fórmula Binner-Cobos o viceversa.
Néstor Piccone. Periodista, Psicólogo, militante de la
Comunicación.