lunes, 25 de noviembre de 2013

CAPITANICH Y SCIOLI LO SABEN


 
La semana por Néstor Piccone

Las decisiones de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, adoptadas luego de su forzado reposo, demostraron que es la dirigente política más importante de la Argentina. La quieran, la amen o la odien, Cristina sintetiza, galvaniza el hacer político nacional.
Cristina, que sufrió este año un diagnóstico de cáncer; que tuvo que someterse a que le abrieran: primero el cuello y luego la cabeza; está  -otra vez-  en la conducción del gobierno, aunque de manera diferente. Atacada por las más deleznables construcciones mediáticas, Cristina es una mujer que nunca leería el diario de Yrigoyen y que tampoco permitirá que ningún miembro de su gabinete se subordine a las corporaciones.
Es saludable para el país que Cristina haya optado por preservarse física y psicológicamente, impidiendo de este modo que la eterna batalla político-cultural se la llevara heroicamente puesta. Si bien no es eterna, de este modo puede incidir y  mucho para que nuestro país siga en la línea de independencia y autonomía en la que el kirchnerismo lo reintrodujo.
Pase lo que pase los Medios reducen el debate a una agenda única y los periodistas a un lado y al otro del arco ideológico entran (mos) a veces mansamente en ella adoptando sentimientos encontrados.
El 27 de octubre, en la provincia de Buenos Aires, gana Sergio Massa y la sensación es que se viene la derecha: tristeza en el kirchnerismo puro y en el silvestre (que son más que el 30 por ciento que cantan las urnas).
 29 de octubre, la Corte Suprema de Justicia con la constitucionalidad de los 4 artículos que faltaban, establece que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es la ley más fuerte de la democracia desde Raúl Alfonsín a la fecha. Los clarinistas putean y los kirchneristas de todo pelaje celebran como si en 48 horas se hubiera dado vuelta la elección en las urnas.
Cristina demora una semana y a izquierda y derecha crece la incertidumbre. Sus voceros chocan contra la provocada incredulidad de los periodistas del régimen mediático-económico. Como contraparte ya no alcanza con 6,7, 8. Ante cada crisis los programas de Diego Gvirtz demuestran su obsolescencia como organizadores del movimiento kirchnerista.
La política, reducida a la pelea entre periodistas, comienza a flaquear. Lo que viene trasciende las barreras de las radios, las pantallas, los diarios y las revistas. Los periodistas no están para bajar línea ni organizar, aunque a veces Héctor Magnetto pareciera lograrlo y algunos profesionales legítimamente militantes del Proyecto Nacional lo intenten.
Y entonces el perrito, el pingüino, un video profesionalmente casero y los cambios de gabinete.
Todos leen en sintonía 2015. Pero se olvidan que detrás de las posibles candidaturas tiene que haber proyecto político, económico, cultural, social, propuesta de anclaje internacional, avance en la calidad del trabajo, la salud, la educación y la comunicación. Presidente ¿para qué?, ese es el tema del kirchnerismo y de la gente.
En el ranking audiovisual,Sergio Massa queda atrás de Jorge Capitanich..
Los kirchneristas puros y silvestres se recuperan pero al chaqueño le confían tanto como al Néstor Kirchner del 2003 cuando ganó con el 22 por ciento de los votos.
El PJ se tranquiliza, los cámporas como expresión de la juventud kirchnerista no utilizan sus voceros para fijar posición y la izquierda kirchnerista cavila.
Emilio Pérsico, contó  que  alguna vez Néstor Kirchner  -hablando a los movimientos sociales de Luis D´Elía, Edgardo Depetri, y Humberto Tumini- dijo que él  venía “a abrir el camino, luego se arreglan ustedes.”
Los movimiento sociales, los partidos de la izquierda del Frente para la Victoria, no pudieron demostrar que unidos y organizados podían ser una opción de poder y gestión de gobierno. El PJ siempre está y Capitanich y Daniel Scioli lo saben; como también saben que Cristina no regalará 10 años de gobierno.
En la cancha dibujada por la presidenta, luego de su operación, todos tienen una posibilidad. En el 2015, sin subestimar a los Medios, se podrá juzgar si cada uno asumió el  poder propio que necesitaba. La historia tiene un final abierto y apasionante y esto es lo más saludable de  la política post 27 de octubre.
Jorge Milton Capitanich parece convertir en realidad aquel sueño de Alfonsín,  cuando tras el Pacto de Olivos pergeñó un Jefe de Gabinete muy parecido a un Primer Ministro de las democracias europeas.

 


domingo, 17 de noviembre de 2013

ERAMOS POCOS Y PARIO LA DROGA



La Semana por Néstor Piccone

Queda claro que después de Néstor Kirchner sólo Cristina   está en condiciones de gobernar  y el mes de reposo lo demuestra.
Los presidenciables mediáticos como Sergio Massa y Daniel Scioli, así como  Durán Macri - con sus declaraciones -  exhiben diariamente su predisposición a gobernar pero obedeciendo el mandato de las corporaciones.
Lo distintivo del kirchnerismo es su capacidad de asumir el gobierno integralmente. Desde el 25 de mayo de 2003 hasta el 11 de agosto de 2013 ese hacer autónomo del poder real se mantuvo incólume; y cuando las derrotas electorales lo apuraron siempre profundizó una gobernabilidad independiente de los grupos. Está por verse si hay kirchnerista que pueda expresar esa gobernabilidad desoyendo las presiones cuando Cristina no esté más en la Rosada.
Queda claro que lo que aquí se intenta no es usar un impensado kirchnerómetro sino reconocer el ADN de esta inédita experiencia parida en mayo de 2003.
Desde el 11 de agosto de 2013, la derecha marca la agenda, pero la derecha no es un fantasma manco de anteojos ahumados y traje negro que esconde una pistola en su faltriquera; no, la derecha es el pensamiento y el hacer conformista de  una dirigencia que se postula para asumir el gobierno.
Alguna vez Néstor Kirchner (apurado por el periodismo) definió a Eduardo Duhalde como un conservador y precisó que esa era la ideología que los diferenciaba. Duhalde, la más alta expresión del PJ, hoy mentor de Sergio Massa , es el esperanzado articulador de la unidad de un pejotismo que sueña con desterrar del peronismo cualquier atisbo de transgresión kirchnerista.
La droga está de moda. Habla la Iglesia, habla la Corte Suprema y  los políticos del sistema. Los periodistas del modelo monopólico de comunicación comienzan sus retahílas de lamentos y falsas adjudicaciones de responsabilidad.
Pero ¡guarda! que así como hay una agenda de la izquierda kirchnerista que no sale en los Medios,  también hay voces que ponen luz al tratamiento político-mediático que se le da al tema. Narcotráfico no es lo mismo que droga, ni es sinónimo de adicción.
Las consecuencias de las adicciones sobre jóvenes (y personas en general) son devastadoras. El negocio de la droga genera una economía paralela con mecanismos de seguridad interna que se entraman con las fuerzas policiales y la política. Ese negocio se articula económicamente con hinchadas de fútbol, servicios penitenciarios, cuadros policiales y de las fuerzas armadas, partidos políticos y hasta sectas religiosas.
 La droga construye poder y desde allí crea sus propios mecanismos de autodefensa y agresión.
EEUU, como gendarme mundial, busca permanentemente  motivos (excusas) para sostener su poder militar y seguir tutelando  democracias y/o dictaduras.
Al armamentismo no le importa si la sangre derramada es de la guerrilla marxista, el terrorismo fundamentalista o los carteles de la droga.  El tema es dominar a los pueblos por vía de la cultura y las armas.
Alfredo Zaiat, periodista de Página 12, en su nota titulada Boardwalk Empire (en referencia a una miniserie yankee ambientada en las ramblas de madera de Atlantic City, en la época de la Ley Seca)   nos demuestra que así como hay un kirchnerismo que intenta gobernar, hay un periodismo que sabe salirse del corset del blanco o negro que se prodiga en los últimos tiempos.
Zaiat, demuestra -en muy pocas líneas- que para luchar contra el narcotráfico lo peor que se podría hacer es unir los ejércitos y policías al mando del gendarme mayor para voltear aviones, matar motochorros o perseguir trapitos y limpiavidrios.  Blanquear el negocio de la droga, transparentar la economía paralela sólo se logra incluyendo en el sistema económico la producción y comercialización de la droga. O sea la legalización.
Zaiat no toma como referentes al presidente José Mujica de Uruguay sino a los mismísimos cultores del  monetarismo americano quienes dicen que “ la legalización no solo desplazaría a las mafias, también haría que las drogas pasaran de ser un problema de ley y orden a ser uno de salud pública.”
Cristina comienza mañana lunes 18 la última etapa del mejor de los gobiernos democráticos desde Perón a la fecha. El kirchnerismo deberá crecer para permanecer.
Néstor Piccone. Periodista, psicólogo, militante de la comunicación.

domingo, 3 de noviembre de 2013

EL ATRIL DE LA LEY



La Semana por Néstor Piccone

En la larga marcha por afianzar la democracia y profundizar los mecanismos que amplíen los derechos de los ciudadanos, el fallo de la Corte Suprema de Justicia es un éxito popular, nacional, latinoamericano. Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde enfrentaron con políticas contradictorias lo que miles de ciudadanos que hacían comunicación reclamaban.
El primer Kirchner priorizó recuperar las necesidades básicas insatisfechas que padecían millones de argentinos y recuperar con el cuerpo la credibilidad  de la política y los políticos y se convirtió en el primer gobernante de la democracia que decidió gobernar por sobre los dictados de los Grupos Monopólicos.
Desde el atril discutía con los periodistas y los medios. Esa actitud fue la que entusiasmó a los sindicatos, organizaciones sociales, de derechos humanos, empresas de comunicación de gestión comunitaria, cooperativas, micro y pequeñas empresas de arraigo local, de universidades en avanzar con la pelea por defender los medios alternativos, desmonopolizar el cable y  construir medios propios.
Sobre fines de 2003 los mismos que habían discutido con Alfonsín y que en los 90 resistieron las privatizaciones y la concentración económica comenzaron a escribir los 21 Puntos por una radiodifusión democrática. Esos locos se autodenominaros Coalición por una Radiodifusión Democrática. Kirchner desde el atril -pensaban- en algún momento chocaría con los grupos monopólicos mediáticos.
El choque se produjo en 2008, las retenciones móviles y el decreto 125 al tocar los intereses de los barones de la soja operaron como detonante; los grupos  concentrados de la economía, la política y la tecnología (el dispositivo) creyeron que podían ir por todo y tomando los medios como ariete intentaron cambiar el gobierno.
En la Rosada ya estaba Cristina Fernández, desde la presidencia convocó a todo el mundo, incluídas las gremiales empresariales de la prensa a discutir una nueva Ley de Comunicación Audiovisual.
 Miles de encuentros, debates, discusiones; cientos de hombres y mujeres recorren el país alcanzando a casi todas las ciudades de Argentina apoyando los 21 Puntos. Cristina los toma como base y elabora un anteproyecto que vuelve a la calle en una treintena de foros oficiales y cientos de encuentros y asambleas populares. Hasta la iglesia católica y los evangelistas apoyan esta epopeya.
Finalmente el proyecto va al Congreso y lo votan 147 diputados (el Frente para la Victoria tenía 129)  y 44 senadores.
Hoy  a 30 años de la  democracia los 7 argentinos que tenían en sus manos la constitucionalidad de 4 artículos de la Ley que definían la capacidad de la democracia para desmonopolizar sacan un fallo ejemplar.
Por 6 votos contra 1 la Corte retoma los principios que cientos de militantes de la comunicación redactaron allá por el 2003. Este resultado que es goleada en el fútbol y que en el tenis es lapidario, en política  como en el box es categórico, inapelable, i-rre-vo-ca-ble. Dentro de 30 años la democracia recordará las imperfecciones con que comenzó la etapa, pero también la libertad que abrió para hablar, para elegir a quien escuchar y mejorar la democracia.
Hay que conformar, como lo pide la Ley un modelo que recoja la experiencia de los foros y las asambleas que gestaron su redacción; que los órganos de aplicación de la Ley  se conviertan en la expresión de un armado intersectorial, plural, interdisciplinario como lo establece la Ley y que está en su origen..
 El modelo más cercano a la desmonopolización cultural está en el ejercicio que lleva adelante Cynthia Ottaviano en la Defensoría del Público; una herramienta que depende de la Comisión Bicameral y que funciona con una apertura a la sociedad civil nunca vista en la Argentina. La Defensoría tardó tres años en ponerse en funcionamiento por falta de acuerdo del Congreso de la Nación. Por estos días culminó la última de las Audiencias Públicas que la Defensoría tiene como mecanismo. Sin ningún tipo de censura las Audiencias son un espacio que permite que todas las voces se puedan expresar analizando las demoras que sufre la aplicación de la Ley. Sobre 70 oradores las demandas (sin desconocer lo que implica el monopolio) exigen la puesta en marcha del dispositivo comunicacional que la legislación habilita. Sin estridencia la Defensoría recoge y concreta, en su lugar, el sueño democrático que la Ley expresa, impulsa y exige.
No existe un sistema de Medios nuevo sin la articulación de un modelo de Estado que integre a las organizaciones que hoy aparecen como débiles frente a los oligopolios que se proponen como herederos del monopolio.
La profundización de lo que la Ley establece debe construirse con participación, alentando la interdisciplina, lo plural, lo multisectorial como lo hiciera en 2003 la Coalición por una Radiodifusión (hoy Comunicación) Democrática. Una locura de hace 30 años que el 99.9 de las instituciones de la democracia definió que tenían razón, que la Ley es constitucional y que el fallo por unánime, es inapelable.



COPLA ANTE EL FALLO DE LA CORTE




PROFUNDIZAR LA GESTION 
RENOVAR EL COMPROMISO
CON LA COMUNICACIÓN COMO UN DERECHO SOCIAL


 Por PROYECTO COPLA: Luis Lázzaro, Néstor Piccone, Nora Anchart, Guillermo Saucedo, Jorge Déboli, Irene Haimovichi, Norma Fernández, Verónica Rímuli, Gabriel Wainstein, Luis Rivero, Diego Llumá, Marcelo Valente. 

La Corte Suprema de Justicia ha ratificado en su fallo una de las principales banderas que  levantamos desde los 21 Puntos de la Coalición por una Radiodifusión Democrática: la comunicación es un bien social que no puede subordinarse al mercado o las corporaciones. La reestructuración de los grupos mediáticos para cumplir con la Ley 26.522 es ahora un mandato inexcusable de Clarín y de todos los actores empresariales del sector. Nadie puede ponerse por encima de la ley.
La consecuencia con esos postulados nos obliga a reclamar con la misma fuerza el protagonismo de los Actores Sociales, de los Medios Populares, del Sector Público, de las Pymes y Cooperativas en el desarrollo de una comunicación inclusiva y federal. Ello requiere de una política pública integral para su promoción activa, que supone la plena aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, pero que reclama además la gestión de un nuevo mapa de derechos en materia de libertad de expresión.
Es la hora de darle pleno contenido a todos los artículos y al espíritu democratizador de la ley que construimos entre todos con el impulso de nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Una política integral comprometida con la comunicación como derecho social supone articular todas las políticas de Estado para que las Cooperativas de todo tipo, las Empresas locales y regionales, las Organizaciones Populares y los Actores Sociales organicen respuestas que permitan la redistribución efectiva del dispositivo mediático que ha intentado asfixiar la democracia en la Argentina.
Son las banderas históricas del campo popular: la justicia, la independencia y la soberanía, las que deben llenarse de gestión y de contenido para consolidar una década de realizaciones que no pueden entregarse al oportunismo de ocasión.  Para ello se requiere capacidad de gestión y compromiso con las ideas fundadoras de esta ley para seguir avanzando en la creación de empleo, el fortalecimiento de la cultura y la identidad regionales y el ejercicio concreto del derecho a la información, que no puede estar subordinado a las productoras metropolitanas.
Políticas activas de efectivización del 33 por ciento para las entidades sin fines de lucro, cumplimiento de la deuda con los radiodifusores incluidos en los artículos 159 y 160 de la Ley 26.522, llamado a concursos para los nuevos operadores de televisión registrados en los Censos públicos, plena implementación del Fondo de Promoción para proyectos especiales, comunitarios y de Pueblos Originarios,  fiscalización activa de las cadenas radiales y televisivas que impiden el desarrollo del empleo local, reserva efectiva de frecuencias para las Universidades Públicas y todos los sectores contemplados en la ley, Plan Técnico que permita la administración eficaz y democrática del espectro radioeléctrico, son algunas de las medidas que necesariamente deben acompañar y complementar la adecuación empresaria.
Un nuevo período de gestión comienza el próximo 10 de diciembre en las instituciones creadas por la Ley en 2009.  Ante ello, Copla quiere sostener los principios que le dieron sustento para que los representantes del Poder Ejecutivo, la Comisión Bicameral y el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual en los directorios de AFSCA y RTA expresen el espíritu participativo, multisectorial, plural e interdisciplinario que la legislación propone y garantiza.
Tal y como lo hicimos a la hora de militar los 21 puntos que fundaron la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, creemos que es hora de acompañar los procesos de adecuación empresaria con una participación activa de la sociedad civil, las universidades y espacios públicos que llenen de contenido a la comunicación como derecho social que es, en definitiva, la razón central de la ley y del fallo con que la Corte lo ha reconocido.