domingo, 1 de septiembre de 2013

MIRTHA Y LORENZETTI EN LAS PASO

Volvió Mirtha Legrand, apenas una semana antes de las PASO. Radio, teatro, cine y mucha televisión centralizada y porteña desde hace muchos años metieron a Mirtha en los hogares de casi todos los argentinos. Ese fenómeno de la televisión porteña que se impone a todo el país es uno de los objetivos a vencer que conlleva la definitiva aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
La Corte Suprema de Justicia que está orejeando de qué manera incidir en el resultado electoral  (con su demorado fallo final sobre la Ley de Medios) debería tener en cuenta que si mantiene el monopolio del Grupo Clarín a través de Muticanal en el cable, ese federalismo cultural demorará muchos años en concretarse.
Una anticipación de lo qué podría pasar si cayera el monopolio mediático, se puede observar a través de la ocupación de los huecos que dejó en la pantalla la ausencia de Marcelo Tinelli.
Alejandro Fantino, Jorge Rial y hasta el joven Santiago del Moro, (todos de América) aparecen supliendo la ausencia de Tinelli. América licenciada por Daniel Vila y José Luis Manzano (simulando independencia política) sostienen a su socio Francisco de Narváez mientras exhiben su distancia  del Grupo. La farandulización de la política aunque cuestionada permanece. C5N aparente competidor de TN es una canal de bajo impacto político. Está más para los sucesos policiales que para conducir políticamente como sí lo hace el Grupo dirigido por Héctor Magnetto. Es la diferencia de manejar un medio a ser parte de un dispositivo-político-económico- mediático que además es transnacional.
En un país donde las bajadas de línea  se hacen por los medios audiovisuales, la pelea se da entre dos líneas ideológicas y de acción: la gestión del gobierno de Cristina  y la actitud docente y doctrinaria con la que dirige el Proyecto Nacional Popular y Latinoamericano y los usos que de la política hace el monopolio  mediático. Hoy jugado a la promoción de Sergio Massa.
La pelea es despareja y se da en dos planos diferentes, las encuestas poco creíbles no ayudan a anticipar el resultado del domingo que viene.
Hay un dato contundente los encuestadores no pueden ratificar en números el clima previo creado mediáticamente. Ya queda claro que no hay fin de época ni que el kirchnerismo está acabado. Los que hicieron campaña  bajo ese contenido están lejos de los primeros puestos de la grilla de largada previa al 11 de agosto. Todos adolecen de una comunicación integral, de una comunicación participativa, todos creen que pueden definir en la democracia delegativa que los Medios promueven.
Sergio Massa que se propone para suplir un kirchnerismo sin Cristina presidenta, no ataca el PNPL y esconde ser un hombre de derecha, neoliberal, defensor del monopolio mediático y aliado a las expresiones más reaccionarias de Estados Unidos de Norteamérica.
El ejemplo de la provincia de Buenos Aires es bien interesante. El encuestador oficilista Artemio Lopez acertó cuando apenas lanzado Massa dijo que el kirchnerismo no iba a bajar del piso obtenido en 2009 cuando Néstor Kirchner perdió frente al entonces promocionado de Narváez. El piso del 32 por ciento al que seguro llegará Martín Insaurralde no es una derrota catastrófica como será vendida en las tapas del lunes 12 de agosto que ya está editada: Cristina bajó del 54 por ciento a un 35/40 por ciento que es lo que se estima obtendrá en todo el país. Además de ser el único proyecto, es el único de alcance nacional y esa es una fortaleza que el mejor Héctor Capriles (Sergio Massa) que supieron construir no acredita.
Capriles perdió con Nicolás Maduro en Venezuela. Massa, ya se sabe, perderá a escala nacional con el kirchnerismo, Pero los diarios del lunes seguramente lo venderán como la gran esperanza blanca frente al PNPL y desde ese día darán continuidad a la campaña electoral por 2015. Los que mandan nunca van a elecciones.
Mirtha Legrand y su instalación nacional son la muestra de que la comunicación requiere de la aplicación de la Ley de SCA en todos sus términos. La Corte de Lorenzzetti que habita el microcentro porteño debería pensar en un fallo que trascienda la disputa política de la hora.
Néstor Piccone
05/08/2013

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