Durante la semana que pasó, Víctor Hugo Morales puso un gran empeño para desmentir al diario La Nación y a Clarín quienes junto a Perfil con grandes titulares azuzaron con que Fútbol para todos, hasta el momento, costó 4 mil millones de pesos.
Buen lector de la realidad, como sucede con muchos periodistas deportivos (a la manera de Osvaldo Ardizzone y Dante Panzeri) que de tanto mirar las posiciones de los equipos dentro de la cancha pueden predecir porqué se hizo o se evitó un gol o analizar un resultado. Sin necesidad de apelar a Gramsci, Victor Hugo sabe medir la relación de fuerzas político-sociales para reconocer que sin un gran poder de fuego es muy difícil dar vuelta un resultado. Con pocos jugadores en la cancha, no siempre enchufados ni pateando para el mismo lado, los argentinos tenemos que soportar la cancha inclinada y hasta el viento en contra.
Con acierto, el uruguayo describió que, sumando a todos los medios que están a favor del modelo que encabeza Cristina o los que simplemente son amigos ( Radio Nacional, Canal 7, Tiempo Argentino, Mirada al Sur, Página 12, su programa en Continental,6.7.8; CN23 y algún otro espacio) todos esos medios juntos pueden llegar a un 10 por ciento de la población. Mientras que el dispositivo tecno-económico-mediático cubre la información que reciben permanentemente 15 o 20 millones de argentinos. Una semana antes, Martín Becerra, decía que a diferencia del bloque hegemónico, estos medios no tienen una coordinación homogénea.
Para revertir esta situación Víctor Hugo pone la esperanza en la aplicación de la Ley de Medios. Aunque descree que haya el suficiente poder como para que el 7 de diciembre se concrete la desmonopolización.
Nora Veiras en 6, 7, 8, sostuvo el mismo interrogante.
La Ley de Medios, es ni más ni menos que una legislación, revolucionaria para democratizar la comunicación en la Argentina, pero es solo una legislación que -per se- no cambia la relación de fuerzas y Víctor Hugo desde su cabina lo observa y además lo sufre en carne propia con los brulotes que le tiran desde que se posicionó en el equipo nacional.
Afsca, dio a conocer esta semana que se concursarán casi 700 radios de baja potencia en casi todas las provincias argentinas. El gobierno apuraba la resolución de una demanda que miles de radiodifusores de todo el país le habían alcanzado a través de la Coalición por una Radiodifusión Democrática hace pocos días al Secretario de Comunicación Alfredo Scoccimaro. En poco tiempo se debería llamar a concurso a cientos de canales de baja potencia comenzando por las organizaciones sin fines de lucro y las pymes. Es una manera de romper con más de 60 años de un mapa de medios concentrado en Buenos Aires. A favor tenemos que muchas cooperativas de servicio están accediendo a licencias para cable.
El grupo Clarín, el 7 de diciembre, entre otras cosas, deberá desprenderse de más de 170 ciudades donde maneja el cable y además en Capital Federal tendrá que elegir entre mantener la licencia de Canal 13 o el cable. Aunque le quede el manejo de una audiencia del 35 por ciento del país, seguirá siendo el más poderoso grupo mediático. El equipo nacional podrá revertir esa desproporción apelando a la multiplicidad de voces y la articulación de las mismas con una línea común de cambiar la agenda mediática por la agenda de la gente. La federalización de los contenidos (que no es lo mismo que poner en pantalla contenidos federales) será otra herramienta clave para cambiar el discurso hegemónico.
El recorrido de los 145 días que faltan hacia el 7 de diciembre debería contar con un fuerte debate multisectorial, interdisciplinario y popular (similar al realizado durante los cuatro años de campaña por la Ley) para evitar que el día 8 los grupos se burlen de los argentinos.
BONUS TRACK. El novelón mediático culminó como lo preveíamos. Scioli victimizado, delincuentes victimizados; Moyano dividiendo la conducción del movimiento obrero y Ella denunciando por cadena nacional a los mercaderes del templo. Ahora van contra la utilización de la cadena. Lamentablemente los opositores se enganchan en la novela como partícipes innecesarios para los dueños de los medios. Se necesitan muchas voces, inclusive las opositoras, para cambiar la agenda mediática y exhibir en pantalla la realidad económica de la provincia de Buenos Aires y las falsas opciones de Scioli.
Néstor Piccone 15/07/2012
nestorpiccone.blogspot.com.ar
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