lunes, 20 de mayo de 2013

VIOLENCIA POLÍTICO-MEDIÁTICA

Rodolfo Walsh anticipó las atrocidades que cometería la dictadura militar cuando planteó que la policía utilizaba la picana eléctrica para tortura a los detenidos. En el momento en que Rodolfo realizó la denuncia, varios años antes de 1976, la tortura se aplicaba a presos de toda condición. La política, el sindicalismo, la iglesia, los medios, no reaccionaron y de alguna manera la picana eléctrica se naturalizó.
 
Durante la dictadura militar se fusilaba a mansalva a presos indefensos y luego se difundía en los medios que los muertos se habían producido en enfrentamientos.   El viernes 26 de abril en Resistencia,  Chaco, se condenó finalmente al capitán del Ejército Norberto Tozzo uno de los máximos responsables de la masacre de Margarita Belén (diciembre de 1976)  donde bajo el esquema de falsos enfrentamientos o intentos de huida se fusiló a 22 militantes populares.
 
Mauricio Macri está en campaña. Quiere diferenciarse del gobierno nacional en muchas cuestiones. Una de ellas es la forma de reprimir. El kirchnerismo y no sin pagar algún costo, desde el año 2003, avanzó en la línea de no utilizar armas para disuadir; propuso y logró avanzar en protocolos que cambiaron la acción directa  por la persuasión. Fue y sigue siendo una contribución a la no violencia. Esto ayudó a bajar las agresiones entre los humanos que están a un lado y al otro de un conflicto.
 
El modelo que Macri impulsa, es el de los negocios privados apoyado en políticas de Estado y su modelo lo promueve en salud, educación, comunicación, vivienda, inmobiliario. Ese modelo sólo avanza con represión. Ya se vio bajo la dictadura, y se vivió bajo los 90 con represiones selectivas como las de Teresa Rodriguez, los caídos en el Puente de Corrientes-Chaco en el 99 y las muertes del 20 y 21 de diciembre o Kosteki y Santillán  ya en el nuevo siglo. Hubo más. Macri este año profundizó su modelo represivo, ese que comenzó en el Parque Centenario, siguió en el Teatro San Martín y llegó al Borda.
 
Los Medios, los que integran el dispositivo tecno-económico-mediático del Mercado siguen utilizando el mismo esquema: no sólo ocultan la verdad sino que mienten descaradamente. Mentira que, de llevarse a la justicia, debería ser condenada por el delito de encubrimiento. Encubrimiento que garantiza la impunidad. El mismo delito por el que está en prisión el arquero Pablo Migliore.
 
Pero a diferencia de lo que sucedía en la época de Rodolfo Walsh, bajo la dictadura militar o en la década de los ’90, la conciencia de la política, los sindicatos, los medios y hasta algunos sectores de la iglesia no dejan pasar estas articulaciones entre represión  y encubrimiento mediático. Existen los organismos de Derechos Humanos y lo más importante una militancia juvenil parida por las políticas de la última década que responden con más democracia a las agresiones de los violentos. Y si no fijémonos como fue la patoteada que se comieron los pibes de La Cámpora en La Plata a manos de los mercenarios del Pata Medina y como, con total impunidad,  los integrantes de esa misma organización amenazaron a quienes llevaban detenidos a los golpeadores seriales. Y todo bajo la cobertura mediática de Enfrentamientos.
El clima de inseguridad tuvo un ingrediente novedoso. En la semana los Medios y la oposición política crearon un clima de violencia que si no llegó a mayores fue por la prudencia de los pocos que se movilizaron frente al Congreso y la paciencia de quienes fueron sus destinatarios. Impúdicamente Lilita Carrió  convocó a impedir el tratamiento de las Leyes en el Congreso, y denunció a mansalva pactos inexistentes. La incitación a la violencia, amplificada por los Medios, finalmente creó un clima de violencia; sino ¿ cómo se justifica el botellazo de un diputado contra el Chivo Rossi en plena sesión? ¿Cómo se explican los intentos de las diputadas Patricia Bulrich y Graciela Camaño de arrancar el micrófono al presidente de la Cámara de diputados? ¿Cómo se justifica el emparedamiento de 12 diputados por todos los Medios por una organización financiada por fuerzas de la derecha estadounidense? Y hay más, mucho más ejemplos que demuestran como la derecha incita a la violencia. El ataque político-policial al Borda es la gota que rebalsa.
 
Una más: ¿no es violento que los Grupos Económicos Concentrados transnacionales, con capacidad de fijar los precios, motoricen la inflación y/o los sojeros gatillen el dólar blue con la intención de obtener una devaluación que les permitiría ampliar la tasa de ganancia a costa del hambre y la desocupación de los argentinos?
 
 
 
 
Néstor Piccone
 
29/04/2013

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