Quienes alentamos que sólo con la inclusión social se puede ganar la batalla cultural; entendemos que, como
siempre, habrá que ser precisos en los
pasos a dar en la Comunicación y la Política. Desde la acción a la
interpretación y desde el significado a la acumulación.
Desde la muerte de Chávez y la continuidad del Proyecto
bolivariano, pasando por el cónclave que designe al nuevo Papa, viniendo por
una Argentina que busca resolver el problema de la productividad y la
rentabilidad socioeconómica con el Estado como actor protagónico.
Antes de llevar adelante una determinada política ya
nadie pude dejar de atender como será resignificado por los Medios. Hay algunos
que por improvisación o seguidismo quedan entrampados en la fórmula mediática.
El ejemplo más notable de la semana fue el que consumó Hermes Binner, un oscuro
dirigente santafesino que, como sucede con su coetáneo Carlos Reutemann, expresan
el pensamiento conservador santafesino; uno, desde el peronismo o el
automovilismo y el otro, escondido en los pliegues de un mal llamado
socialismo.
El relato mediático somete a cualquier actor a definirse
por opciones de blanco o negro.
Cristina viaja a Venezuela y lo hace para primerear y
ponerse a la cabeza de la disputa por el liderazgo latinoamericano, también
viaja de urgencia porque no quiere asistir a la inauguración de las formaciones
chinas (compradas por el gobierno nacional) en el ahora amarillo subte A.
En esa lógica se inscriben las declaraciones de Binner y
de Macri, creen que pueden ganar votos criticando a la presidenta desde la lógica
de los Medios. Lo mismo que lleva a Pino Solanas a unirse con Lilita Carrió,
juntos van por la senaduría que inevitablemente (para los Medios) perderá el
kirchnerismo
Estos fueron y serán temas polemizables por los Medios
como sucederá con la elección del Papa: Cristina sufre porque no puede incidir,
ya que no tiene candidato propio. (¿!?)
El gobierno niega la inflación y desde esa negación no
implementa políticas que la frenen. El acuerdo de precios, la batalla de la
publicidad y ahora la tarjeta de compra en los supermercados (para abaratar
costos) son ataques a la propiedad privada y por supuesto a los Medios y la
libertad de Prensa.
Viene la elección de autoridades en la UIA y comienza a
entrar en agenda mediática, el candidato que gane ya estará condicionado por la
línea político-mediática, nunca por el modelo de país.
Los docentes de Provincia de Buenos Aires en pie de
guerra contra un pobre Daniel Scioli, eterno candidato a presidente y tentado
permanentemente a encauzar la esperanza blanca de los Medios y la clase media.
Malos y buenos, los Medios hegemónicos encuadran moralmente negando la política
como ejercicio de la diversidad.
Carlos Bianchi, en una de sus primeras conferencias de prensa, recordó a los
periodistas la tendencia negativista y acrítica en lo futbolístico impuesta, en
los últimos años, por los dueños de los Medios. El Virrey no estaba
sorprendido, había entendido que para ordenar al equipo de Boca no podía
depender sólo de los resultados futbolísticos, tenía que tener una política
hacia los medios y otra hacia los periodistas.
El dispositivo mediático actúa como ordenador de la
acción cultural. El dispositivo, desde el poder económico, tecnológico y
mediático busca debilitar cualquier atisbo de poder popular. Por eso en
Venezuela ya habla de vacío de poder y en Argentina de soledad de poder.
Pero la alianza política entre los pueblos y sus
gobernantes, a pesar de los Medios, avanza y a su paso consolida.
Néstor Piccone Periodista, Licenciado en Psicología.
Integrante de la Coalición por una Comunicación Democratica.
Néstor Piccone
10/03/2013
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