La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es la
reforma política más importante de la Argentina.
Cuando los promotores de, la ahora, Coalición por una
Comunicación Democrática impulsaron su
creación y comenzaron a discutir el borrador de los 21 Puntos; lo hicieron
porque habían detectado la Comunicación era una de las cuestiones que podría democratizar a la
sociedad noliberalizada por la dictadura militar y la globalización de fin de
siglo.
El capítulo neoliberal argentino, conducido por Carlos
Menem, había comenzado el desguace del Estado por la privatización de canales y
radios.
Cristina Kirchner en la presidencia y Néstor Kirchner,
poco después de su primer derrota electoral tomaron los 21 Puntos y se apoyaron
en la sociedad civil, que excedía a la CCD, para promover el debate por la que
el vulgo mediático denominó Ley de Medios.
La presidenta CFK propone la democratización del Poder
Judicial a 10 años de la era kirchnerista. En una de las semanas más ricas en
acciones y decisiones políticas, Cristina aprovecha el clima de suspenso creado
por los Medios y convierte el inicio del año legislativo en un acto revolucionario
más. Le da cuerpo a esa democratización mientras la televisión oficial pone en
foco los rostros de la desazón de una clase política mediatizada al extremo por el dispositivo
que, en el capítulo argentino, dirige Héctor
Magnetto desde el grupo Clarín.
Los jueces, que tienen a los fondos buitres de un lado y al canje de la deuda argentina por el otro,
mientras Cristina hablaba en el Congreso, sacan una decisión en línea con lo
que el gobierno de CFK propone. Pagarle a los buitres lo mismo que se pagó a
los bonistas que acordaron antes. Mauricio Macri y Daniel Scioli también abrieron sus
parlamentos pero los candidatos del Sistema de Medios no lograron mover la
aguja; como sí lo hizo Cristina, que además, defendió con su historia el
memorándum con Irán.
Los liderazgos políticos se concretan cuando un referente
inspirado le pone palabras a los deseos de la sociedad. Cristina, como lo
hiciera con la Ley de Medios, lanza una serie de leyes para democratizar el
Poder Judicial y pone el debate en la sociedad, con su política le marca agenda
a la política y obliga a cambiar de tema a los medios que inmediatamente
resignifican la decisión presidencial.
Es gracias al kirchnerismo, y su voluntad de gobernar sin
una Corte Suprema adicta, que los medios pueden inventar un candidato opositor
del tenor del ministro Ricardo
Lorenzetti .
El dispositivo mediático, que no rinde cuentas por sus
contradicciones, ni tiene que respetar las leyes de la lógica, por un lado
decreta que el kirchnerismo muere pero por otro dice que tras la
democratización de los Medios y del Poder Judicial busca consolidar su
hegemonía.
Detrás de los cambios del Poder Judicial hay actores
sociales, culturales, económicos, políticos
y hasta sindicales que no se encuadran en el mundo K. Como sucedió y sucede
con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, por falta de opción
política, quienes luchan por la desmonopolización de los Medios y la multiplicidad de voces entienden que sólo
la presidenta Cristina Fernández es la garante de la aplicación de la Ley. Lo
mismo puede suceder con los militantes de una justicia legítima si los partidos
políticos aceptan la conducción de Magnetto y se inhiben ante el debate
propuesto.
Sin que su acción se difunda por los Medios, los
integrantes de la Coalición por una Comunicación Democrática se esfuerzan por
unificar posiciones para sumar ideas y acciones que la aplicación de la Ley
necesita. Del mismo modo sucede con la gestión de Martín Sabbatella en Afsca y
la de Cynthia Ottaviano en la Defensoría del Público.
Se suceden encuentros y se avanza en organización para
lograr, en primera instancia que la
gente, destinataria de la democratización de los Medios, conozca sus derechos.
La CCD organiza un encuentro para avanzar en conocimientos que permitan ordenar
el espacio radioeléctrico, mientras participa semanalmente en las comisiones de
trabajo con AFSCA. Ottaviano comienza a recorrer el país, ya fue a Córdoba
y en breve viaja a Jujuy y Misiones.
Hasta el momento ningún sector de los que se propone para
suceder a CFK, muestra borradores de un proyecto alternativo. Todos se ofrecen
para volver al pasado globalizado y neoliberal sin darse cuenta que los
principales promotores de ese modelo renuncian como lo hizo el monarca papal, o
como sucede en Italia que, de tan fragmentados que están, ni pueden formar
gobierno.
Néstor Piccone
04/03/2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario