La Semana por Néstor Piccone
Queda claro que después de Néstor Kirchner sólo Cristina
está en condiciones de gobernar y el mes de reposo lo demuestra.
Los presidenciables mediáticos como Sergio Massa y Daniel Scioli, así
como Durán Macri - con sus declaraciones - exhiben diariamente su
predisposición a gobernar pero obedeciendo el mandato de las corporaciones.
Lo distintivo del kirchnerismo es su capacidad de asumir el gobierno
integralmente. Desde el 25 de mayo de 2003 hasta el 11 de agosto de 2013 ese
hacer autónomo del poder real se mantuvo incólume; y cuando las derrotas
electorales lo apuraron siempre profundizó una gobernabilidad independiente de
los grupos. Está por verse si hay kirchnerista que pueda expresar esa
gobernabilidad desoyendo las presiones cuando Cristina no esté más en la
Rosada.
Queda claro que lo que aquí se intenta no es usar un impensado
kirchnerómetro sino reconocer el ADN de esta inédita experiencia parida en mayo
de 2003.
Desde el 11 de agosto de 2013, la derecha marca la agenda, pero la
derecha no es un fantasma manco de anteojos ahumados y traje negro que esconde
una pistola en su faltriquera; no, la derecha es el pensamiento y el hacer
conformista de una dirigencia que se postula para asumir el gobierno.
Alguna vez Néstor Kirchner (apurado por el periodismo) definió a Eduardo
Duhalde como un conservador y precisó que esa era la ideología que los
diferenciaba. Duhalde, la más alta expresión del PJ, hoy mentor de Sergio Massa
, es el esperanzado articulador de la unidad de un pejotismo que sueña con
desterrar del peronismo cualquier atisbo de transgresión kirchnerista.
La droga está de moda. Habla la Iglesia, habla la Corte Suprema y
los políticos del sistema. Los periodistas del modelo monopólico de
comunicación comienzan sus retahílas de lamentos y falsas adjudicaciones de
responsabilidad.
Pero ¡guarda! que así como hay una agenda de la izquierda kirchnerista
que no sale en los Medios, también hay voces que ponen luz al tratamiento
político-mediático que se le da al tema. Narcotráfico no es lo mismo que droga,
ni es sinónimo de adicción.
Las consecuencias de las adicciones sobre jóvenes (y personas en
general) son devastadoras. El negocio de la droga genera una economía paralela
con mecanismos de seguridad interna que se entraman con las fuerzas policiales
y la política. Ese negocio se articula económicamente con hinchadas de fútbol,
servicios penitenciarios, cuadros policiales y de las fuerzas armadas, partidos
políticos y hasta sectas religiosas.
La droga construye poder y desde allí crea sus propios mecanismos
de autodefensa y agresión.
EEUU, como gendarme mundial, busca permanentemente motivos
(excusas) para sostener su poder militar y seguir tutelando democracias
y/o dictaduras.
Al armamentismo no le importa si la sangre derramada es de la guerrilla
marxista, el terrorismo fundamentalista o los carteles de la droga. El
tema es dominar a los pueblos por vía de la cultura y las armas.
Alfredo Zaiat, periodista de Página 12, en su nota titulada Boardwalk
Empire (en referencia a una miniserie yankee ambientada en las ramblas de
madera de Atlantic City, en la época de la Ley Seca) nos demuestra
que así como hay un kirchnerismo que intenta gobernar, hay un periodismo que
sabe salirse del corset del blanco o negro que se prodiga en los últimos
tiempos.
Zaiat, demuestra -en muy pocas líneas- que para luchar contra el
narcotráfico lo peor que se podría hacer es unir los ejércitos y policías al
mando del gendarme mayor para voltear aviones, matar motochorros o perseguir
trapitos y limpiavidrios. Blanquear el negocio de la droga, transparentar
la economía paralela sólo se logra incluyendo en el sistema económico la
producción y comercialización de la droga. O sea la legalización.
Zaiat no toma como referentes al presidente José Mujica de Uruguay sino
a los mismísimos cultores del monetarismo americano quienes dicen que “
la legalización no solo desplazaría a las mafias, también haría que las drogas
pasaran de ser un problema de ley y orden a ser uno de salud pública.”
Cristina comienza mañana lunes 18 la última etapa del mejor de los
gobiernos democráticos desde Perón a la fecha. El kirchnerismo deberá crecer
para permanecer.
Néstor Piccone. Periodista, psicólogo, militante de la comunicación.
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