martes, 21 de agosto de 2012

VICTOR HUGO Y EL GAUCHITO GIL

Antonio Gil (más conocido como el Gauchito) tras desertar de la Guerra de la Triple Alianza, asqueado por la matanza de paraguayos volvió a sus pagos de Mercedes, Corrientes. Los Celestes, un grupo político de entonces, sabedor de las dotes que el Gauchito tenía para el uso del facón le ofreció convertirlo en matón y al mismo tiempo liberarlo de lo que para ellos era la condena por desertor. El Gauchito se negó porque había decidido no matar a nadie más en su vida y porque le caían más simpáticos los militantes colorados.
 
El Gauchito pasó a la clandestinidad y comenzó a robar a los ricos para distribuir entre los pobres. En aquel entonces las disputas entre pares se resolvían a través de un duelo de facón. Eso era en el Siglo XIX; en el XX las armas de fuego comenzaron a ganar terreno y en la década del 70 Argentina conoció la disputa armada. Disputa definida a favor del poder económico concentrado a través del terrorismo de Estado.
 
Hoy, la batalla en la Argentina, se da en el territorio imaginario construido por los Medios. En ese espacio virtual también hay quienes manejan un poder similar al que en su momento ostentaban los militares que controlaban el Estado. Clarín, La Nación y Perfil, más la cadena de adictos, idiotas útiles o desprevenidos comunicadores del sistema de Medios hegemónicos son hasta el momento el bando más poderoso. Pelear desde allí otorga impunidad.
 Apelan a falsos duelos cuando no la emprenden con bombardeos indiscriminados.
 El ataque mediático contra Víctor Hugo Morales conoció  pantallas, radios y diarios. El uruguayo, periodista que ostenta una gran honestidad intelectual y que desde sus programas defiende lo que cree justo en línea con ampliar el conocimiento de las mayorías, venía anunciando que se le estaba preparando una puñalada trapera. Los grupos mediáticos, que para esto no tienen fronteras, fueron armando una denuncia que (tal era su intención) dejara al desnudo una historia colaboracionista de VHM con la dictadura uruguaya. Los Medios, como los Celestes correntinos consiguen matones mediáticos, capaces de las más arteras cobardías. Los Medios lograron lo que resultó esquivo a los Celestes correntinos: encontraron un hábil discursero con fama de progresista para que lanzara mediáticamente, la faca que matara o al menos lastimara la credibilidad del periodista oriental. La jugada no salió como esperaban por que VHM jugó al anticipo y logró mantener la confianza que en él depositan miles de argentinos y uruguayos. Pero el daño igual impacta en los que sólo observan el duelo. Si apelan a semejante zafarrancho para dañar a un famoso, qué  no harán diariamente con los marginados de siempre. Todos los días los Medios lanzan acusaciones y condenas con gente que no tiene derecho a la defensa, que desconoce las leyes de esta guerra.
 
Los Medios hegemónicos buscan quebrar la moral, atacan cobardemente. Los héroes o valientes de este siglo son los que soportan este tipo de encerronas, no todos sobreviven.
El domingo 29 de julio Clarín mostró otra forma de ataque: lanzó una bomba racimo o de fragmentación. Bajo el título de “Sacan presos de la cárcel para llevarlos a actos kirchneristas” logró una semana de retahílas que repicaron de noche y de día por todos los Medios, los propios y los ajenos. El poder está en la capacidad de lanzar este tipo de ataques que terminan afectando a quienes lo reciben; como en la dictadura buscan que sus acciones actúen como disciplinadoras. Buscan mellar la confiabilidad de aquellos que se defienden o intentan contradecir el sentido del bombardeo.
 
Pero cuando los grupos de guerreros se organizan y persisten en su intento logran quebrar este bombardeo constante y también dan vuelta lo que aparece como predestinación.
 
El gobierno cuando impone su propia agenda, como sucede con la nacionalización de YPF o cuando utiliza la cadena nacional para explicar el desendeudamiento impacta y contrarresta los ataques.
 
BONUS TRACK. EL GRUPO CLARIN SE ADECUO A LA LEY. Luego de 3 años y 7 meses, Canal 13 acató un fallo judicial y aceptó respetar la Ley de Asociaciones Profesionales. La persistencia y la convicción de los trabajadores del Grupo y de otras empresas lograron  un objetivo que parecía imposible. El Ministerio de Trabajo hizo su parte.
 
 
Néstor Piccone
 
05/08/2012

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